31.3.10

Rudimentos para una vida práctica

Una de las cosas que aprendí en el proceso largo, esforzado, por momentos sufrido pero siempre apasionante, es que el sonar de un teléfono no implica la obligación de atenderlo. La expectativa ajena es eso, un problema de otra persona.

3 comentarios:

Cornelia dijo...

Otra vuela en el proceso de aprendizaje sería inhabilitar el teléfono y evitar el molesto sonar...Aunque ahí se pierde el deleite que provoca saber al otro expectante... Disfrutable, gracias por la invitación.

elMácula dijo...

Ese deleite tiene algo de sadismo, que no deja de ser una interesante forma de placer.
Gracias por el adjetivo. Ya tiene la dirección, pase de visita cuando guste.

Anónimo dijo...

Pa!... cuanta letra al pedo che! para es dejaban que Mary continuara con su trabajo.