12.12.07

El puto teléfono

El mensaje que escuché al despertar decía “Te llamo para mandarte un abrazo y un beso. No hagas cagadas”. Me lo había dejado Diego. No sabía a qué se refería. Lo llamé. Tuvo la desgracia de tener que contarme que murió Gerardito. Puteé al teléfono, le pegué a la pared y a la cama. El Trufa me escribió: “Sonsol está diciendo que murió Gerardo Graña. Lo siento”. Los mensajes se repitieron. Todos transmitían que sabían que Gerardito era un buen tipo. Todos decían, a su manera y en su medida, que lo apreciaban y lo querían. Todos sabían que yo lo quería un montón, por suerte él también. Cuando sacó el libro “18 años de parodismo deportivo”, me puso en la dedicatoria “para un hermano que me dio la vida”. Estas son las peores líneas que escribí en mi vida, una poronga de texto. No son suficientes para recordar a un tipo que estaba siempre ahí, firme. Que podía llamar a las 2 am para ir a cabaretear, como llamar a las 6 am para hacerme escuchar el relato del último minuto de un partido entre su Atenas y mí Unión Atlética, donde curiosamente ganó el primero. Hermano, desde el nudo que une mi garganta con mis huevos, la concha de la madre y salú.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo tuve la suerte d mirar las estrellas con el..