25.5.09

Plebiscito IV

Una noche de otoño, después que pasó la Onda, quedó un mazo de naipes en el almacén y bar. Los únicos presentes eran el Boina, el empleado Antiguo y el Nuevo. Los seis ojos se posaron en los naipes y rápidamente, los cuatro ojos de los de la estación de nafta se posaron en los del dueño del local:
-Yo al Tambero no lo voy a buscar, dijo el Boina.
-Pero si él está podemos hacer un truco de cuatro, respondió el Nuevo.

El Boina pensó unos segundos y, con pretendida elegancia tuvo el mayor gesto de generosidad de su vida:
-Votemos, sugirió.

Desde ahí el pueblo tuvo nombre: Plebiscito.

Excitantes ¿no?


20.5.09

Citas Gratuitas: La Balada de Vlad Tepes

- A tu hermano es mejor no llevarle la contra.
- Sí, todos estos años sin hablarnos por decirle que David Bowie es visiblemente puto. Bisexual según él. Y la verdad es que nunca entendí la diferencia”.

Diálogo de La Balada de Vlad Tepes. Película de Guzmán Vila. Montevideo, 2009.

18.5.09

Plebiscito III

Las frecuencias de ómnibus aumentaron y la estación decidió contratar a otro empleado. Así los encargados de los surtidores pasaron a ser dos. Uno trabajaba de dos de la mañana a dos de la tarde y el otro las restantes doce horas del día. Los negocios prosperaron para todos. Incluso el Tambero pudo construirse un ranchito de su lado de la ruta.
El empleado nuevo de la estación no estaba cómodo conviviendo en la misma pieza con el empleado antiguo. Enterado de la estrategia del Boina para hacerse traer los materiales, le ofreció a los conductores limpiarles los vidrios gratis a cambio de que le hicieran la misma gauchada a él. Un día, comiendo tortas fritas en el almacén y bar comentó que le resultaba agotador vivir y trabajar en el mismo sitio. “Uno no puede desenchufarse nunca”, dijo. Apenas pudo, se construyó una pieza del otro lado de la ruta, a unos 50 metros del Tambero y con otro tanto de retiro: “así duermo sin que me moleste el ruido del tránsito”, explicó.
Estadísticamente, el crecimiento del pueblo era impresionante: ya tenía tres casas, la estación, los baños y el almacén y bar.

17.5.09

Citas Gratuitas: Ryszard Kapuscinski

Un rasgo característico de la evolución política del intelectual latinoamericano es que por lo general empieza en la izquierda y acaba en la derecha. Empieza participando en una manifestiación de estudiantes contra el gobierno y acaba en un despacho de ministro. Recorre el camino de joven rebelde a viejo burócrata. En ninguna otra parte del mundo es tan profundo el abismo que se abre entre la juventud y la vejez, entre el comienzo y el fin de una biografía.
Ryszard Kapuscinski, El Mundo de Hoy, Autorretrato de un reportero. Anagrama.

12.5.09

Envases

- Ya está, lo tengo decidido: no voy a tener más vasos.
- ¿Y qué vas a usar?
- Frascos pequeños. Sólo voy a invertir en copas.

11.5.09

Imágenes y expectativas

¿Qué podía esperar un soldado de la segunda guerra mundial, cuando se dejaba sacar una foto empuñando su arma? Que la imagen llegara a su familia y a su país, que todos vieran su coraje. ¿Qué espera el soldado que hoy se deja filmar o fotografiar mientras tortura a alguien?

Caminata

Comedido salió de caminata por Montevideo, en la primera tarde gris y lluviosa del año. Tenía que andar 30 cuadras, pero sus pasos recorrieron solo 10. En ellas le alcanzó para ver a una pareja durmiendo tapada con un nylon, a otra persona bajo una frazada y a una tercera sin taparse. Todavía no eran las 15 horas.
A Comedido le llamó la atención que todos durmieran, pero sobretodo le dolió que a nadie le importara. Indignado hasta la tristeza, prefirió escaparse en un ómnibus. Se reprochó sentir que no había nada que pudiera hacer.

10.5.09

Plebiscito II

Un día, al lado del almacén y bar con baño se instaló una carpa con una vaca. El tambero le vendía leche a los pasajeros de la Onda (para muchos citadinos tomar leche recién ordeñada era una cosa exótica y atractiva), al Boina y al empleado de la estación. En realidad con el Boina hacían trueque.
Poco tiempo después, nunca se supo el motivo porque los dos son muy reservados, se pelearon y la relación entre ellos se cortó. Como el hombre de los baños había llegado primero al paraje, tenía prioridad sobre la tierra. Así, vaca y ordeñador tuvieron que exiliarse del otro lado de la ruta. El ordeñador arregló con el empleado de la estación para que este le hiciera las compras. Una noche, después de tomar un par de cañas y mientras los pasajeros seguían esperando turno para usar los pozos, un chofer dijo que el Tambero era un desterrado.

3.5.09

Plebiscito I

El pueblo se fundó alrededor de la ruta. Los ómnibus de la Onda necesitaban una escala para cargar combustible cuando el viaje era largo. Por eso se hizo la estación de nafta y unos días después el almacén y bar, fruto de la gran intuición comercial del Boina Martínez, primer empleado de la estación y primer renunciante también. El Boina comprendió al llenar el tanque del segundo coche que se detuvo, que los pasajeros necesitaban ir al baño. Y si bien los hombres se arreglaban en cualquier pastizal, las mujeres necesitaban otro tipo de instalaciones. Por eso el Boina puso un almacén y bar con baño.
En realidad, por una cuestión de urgencias, primero hizo dos pozos y los rodeó con unos tablones. Después se instaló con una carpa de lona. Vendía porciones de perdiz, liebre o cualquier cosa que pudiera cazar por la zona y hacer a las brasas o a la llama. A los choferes los invitaba y terminó haciendo amistad con más de uno. Ellos le fueron trayendo, en los huecos de la bodega, los ladrillos para que pudiera ir creciendo el negocio. Le fue tan bien que en dos años tenía su casa -una gran habitación con un brasero en el centro- y los pozos se volvieron cuatro: uno para él, uno para los conductores, uno para los pasajeros y otro para las pasajeras. Los cuatro pozos tenían pared de ladrillo y techo de zinc. Salvo el de pasajeros, los otros tres tenían papel de estraza y de diario, prolijamente recortados.