3.3.10

Amanecer en una habitación cerrada

¿Cómo se procede a la mañana siguiente, cuando la nariz despierta aturdida por la mezcla del olor frío del alcohol transpirado y el caliente del sexo; mientras las neuronas ni siquiera pueden mentar la consabida “podía haber parado una botella antes” o “nunca más puedo pasarme tanto”; durante la pelea desigual entre el irracional cuerpo entumecido que quiere sentirse libre y las cerebrales sábanas que se empeñan en fastidiarlo, cuando finalmente los ojos logran abrirse paso entre las lagañas y se encuentran a centímetros de otro par de córneas que los enfocan cargadas de ilusiones románticas que no se comparten ni por asomo?

1 comentario:

Marcelo dijo...

Con valentía compañero. Este es un pequeño fragmento del poema COJSEJO de Bukowski del libro MADRIGALES DE LA PENSION:

"...y bebe cuanto sea necesario
con objeto de mantener una continuidad,
pues la bebida es una forma de vida
en la que el que participa vuelve a probar fortuna
con la vida;...