29.1.07

Vínculos

Eramos cuatro.
Quedé yo.
Yo era niño y me encerré.
Quedé recluído en mi cabeza.
Enclaustrado, confinado.
Ahí fui Dios.
Hice, deshice y rompí.
La imaginación todo lo pudo.
El límite fue el mundo.
Tuve que relacionarme con él.
No supe cómo hacerlo.
Creo que nunca aprendí.

6 comentarios:

El Trufa dijo...

Lo dijo Mafalda hace mucho: ¡paren el mundo que me quiero bajar! ¿Acaso no es una sensación compartida? ¿Acaso no nos sentimos sapos de otro pozo? Pero... ¿tantos sapos y el pozo sigue siendo siempre el mismo pozo de mierda? Tiendo a creer que hay algo que no terminamos de comprender, que estamos anestesiados, civilizados. Vamos hacia un mundo feliz vigilados por un gran hermano... todos sapos infelices con una tregua cada tanto.
En fin, me colgué. Chaucha.

Valeria Barboza dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Valeria Barboza dijo...

Me identifico Macula, cada vez menos puedo convivir con este mundo, me provoca crisis, pánico, frustración y mucha impotencia. Cuestiono mi cabeza, cuestiona la de los demás, lucho con varios fantasmas.

elMácula dijo...

¿Nunca los invade la sensación de estar viviendo equivocados? ¿No los desborda la dicotomía entre voluntad/deseo y deber? ¿No sienten que el punto de equilibrio entre ambas cosas está demasiado lejos de nosotros?

elMácula dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
elMácula dijo...

Por estas mismas sensaciones es el post con citas de Pessoa (víchenlo en el archivo porque no sé cómo linkearlo desde acá). Por la maldición y por el convencimiento.