10.5.09

Plebiscito II

Un día, al lado del almacén y bar con baño se instaló una carpa con una vaca. El tambero le vendía leche a los pasajeros de la Onda (para muchos citadinos tomar leche recién ordeñada era una cosa exótica y atractiva), al Boina y al empleado de la estación. En realidad con el Boina hacían trueque.
Poco tiempo después, nunca se supo el motivo porque los dos son muy reservados, se pelearon y la relación entre ellos se cortó. Como el hombre de los baños había llegado primero al paraje, tenía prioridad sobre la tierra. Así, vaca y ordeñador tuvieron que exiliarse del otro lado de la ruta. El ordeñador arregló con el empleado de la estación para que este le hiciera las compras. Una noche, después de tomar un par de cañas y mientras los pasajeros seguían esperando turno para usar los pozos, un chofer dijo que el Tambero era un desterrado.

2 comentarios:

El Trufa dijo...

Citadino.
Preguntarle a Carlos o buscá en el diccionario. Yo igual no me arrepiento.
You are welcome.
¡Welcome! ¡Welcome!

elMácula dijo...

no es mi culpa que la rae no se aggiorne como corresponde con todos los términos que se utilizan para denominar a la persona que vive en una ciudad...