Comedido salió de caminata por Montevideo, en la primera tarde gris y lluviosa del año. Tenía que andar 30 cuadras, pero sus pasos recorrieron solo 10. En ellas le alcanzó para ver a una pareja durmiendo tapada con un nylon, a otra persona bajo una frazada y a una tercera sin taparse. Todavía no eran las 15 horas.
A Comedido le llamó la atención que todos durmieran, pero sobretodo le dolió que a nadie le importara. Indignado hasta la tristeza, prefirió escaparse en un ómnibus. Se reprochó sentir que no había nada que pudiera hacer.
11.5.09
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